CICLOS

Ciclos es un viaje vital al pasado para agradecer y homenajear a todos los hombres y mujeres fuertes de mi gran familia de artistas que arriesgaron para que yo hoy me suba a un escenario. Aquellos que llenaron de risas las butacas, hicieron elevarse las almas del público y viajaron de una ciudad a otra con los bolsillos llenos de corazones agradecidos.

Aquí, hoy, me pregunto de dónde vengo. De dónde vengo, de verdad. Y lo hago acompañada por parte de mi familia poniendo banda sonora a este espectáculo único en el que renazco para saltar al vacío, quitarme la máscara, soplar las velas con mi mejor sonrisa y comenzar un ciclo nuevo, por todos ellos, por todas nosotras.

Esto, lo que van a ver, no les quepa duda, es lo que mejor sabemos hacer y no podía ser de otra manera.

 

                                                                       INMA CUEVAS

 

 

   SOBRE EL ESPECTÁCULO:

Por suerte, en mi carrera como artista he tenido pocos momentos de pausa, he ido enlazando proyectos, trabajos y es por eso que estoy muy agradecida.  Pero también lo estoy por haber tenido la oportunidad el año pasado, después de mucho tiempo, de tener unos meses libres para parar a pensar y decidir qué quería hacer realmente sobre el escenario.  Tuve el tiempo, el espacio y las posibilidades para decidir qué quería contar desde una necesidad exclusivamente artística.

Me rondaba continuamente el concepto de la perfección, el deseo de alcanzar la excelencia como artista pero cuanto más pensaba en ello más convencida estaba de la belleza de la imperfección del artista.  Y cobró sentido la frase: 

        “la perfección está en las manos de mi abuela haciendo rosquillas” 

Esta frase fue el disparador de un proceso de investigación, ensayos e improvisaciones acerca del pasado: mis primeros pasos sobre el escenario, mi primera clase de baile, la canción de mi primera caja de música…  En una parte de este proceso, hice balance con Gon Ramos, co-creador del espectáculo, y llegamos a la conclusión de que todo lo que se iba generando, en realidad, no me llevaba a mi origen físico, es decir no comenzaba con mi nacimiento sino que iba mucho más allá.  Mi esencia como artista debía buscarla más lejos y en esa búsqueda me adentré en mi árbol genealógico.  Esta investigación me llevó a la familia y la mía es una familia de artistas, pero descubría que lo ha sido desde hace diez generaciones.  

Yo, siempre quise ser actriz, pero hasta ahora no había sido consciente de la responsabilidad que tenía ante mis ancestros, aquellos que arriesgaron y cambiaron el ritmo de su vidas para embarcarse en un viaje artístico.  Yo, hoy, sigo ese legado porque así lo siento y no podría ser de otra manera.  Por eso, este espectáculo es un homenaje a todos ellos y a todas ellas, es un viaje de agradecimiento a mis antepasados.

Esta obra, en sus primeros pasos estaba concebido como un solo, un monólogo, una actriz sola sobre el escenario. Pero las obras saben de sí mismas incluso más que sus autores.  Quizás por eso, durante el proceso me di cuenta de que esta historia no debía y no podía contarla sola.  

Hoy me acompaño en el escenario de cuatro miembros de esta gran familia y este viaje ha dejado de ser solitario para hacerlo acompañada y no podría haber soñado mejores compañeros de viaje.  Ellos, artistas y músicos excepcionales, son mis primos Rodrigo Aragón, Gonzalo Aragón, Alonso Aragón y Punch Aragón.

Este proceso creativo se ha convertido en un regalo, he podido vivir experiencias difícilmente explicables, por su belleza y su potencia artística.  El resultado de todo ello es un espectáculo único, diferente y que estoy seguro que nadie debe perderse, en el que quiero creer que hay un poco de cada uno de mis antepasados actores, payasos, ecuyeres, equilibristas, músicos… artistas.

           “Por todas las mujeres que no pudieron cumplir sus sueños”

 

 

 

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